Blanca De Lima
Artículo publicado
en: Ensayos Históricos
Anuario del
Instituto de Estudios Hispanoamericanos. FHE-UCV.
Segunda etapa. Nº
10. 1998. Pp. 127-146.
Introducción
En el último
quinquenio del pasado siglo se desencadena una crisis mundial en el mercado del
café, causada por la sobreproducción del grano. Dicha crisis se prolongaría con
altibajos cuando menos hasta la segunda década de este siglo.
La correspondencia comercial y
privada que reposa en el Fondo Senior-Archivo Histórico de Coro (en adelante
AHC-FS), permite adentrarse y recorrer, de manos de los exportadores e
importadores, el estallido de la crisis cafetalera y sus secuelas en la región
coriana. Esta región formaba hacia el sur –y a partir de Coro- un triángulo de
base invertida cuyo vértice penetraba hasta los Andes trujillanos, incluyendo
poblados como Aguada Grande, Baragua, Siquisique, El Copey, Duaca, Carora, Río
Tocuyo, Curarigua, Agua Viva, El Tocuyo, Carache, Pampanito y Boconó. Por el
norte, la región crecía hacia el exterior a partir del enlace Coro-Curazao.
Desde esta isla –estrechamente involucrada no sólo en la vida económica de
Coro, sino también en la social y política- los comerciantes exportadores de
Coro se vinculaban con New York, Hamburgo, Havre, Manchester, Belfast,
Barcelona (España) y otras ciudades europeas.
Gradualmente, desde 1895, la
correspondencia del Fondo Senior va desplegando, uno a uno, los elementos
regionales, nacionales e internacionales que incidieron en la crisis del café.
El análisis de este conjunto documental permite detallar las particularidades
de aquella crisis, viéndolo a partir de los avatares de la razón social I. A.
Senior e hijo (Isaac A. Senior e hijo, conocida en la memoria oral como Casa
Senior), sus clientes en el exterior y sus deudores y clientes del interior. I.
A. Senior e hijo era integrante de la élite económica de origen sefardita que
se apoyaba en el sistema productivo local para avanzar su proceso de
acumulación. Esta razón social surgió en el año 1884, cuando a la casa
comercial Isaac A. Senior se unió su hijo Josías. Posteriormente, en el año
1900, se asociarían otros dos hijos: Morry y Jacobo (AHC-FS, Caja SN (I), Docs.
Nº 1 y 60).
Quedan entonces tres niveles de una
misma crisis: internacional, nacional y regional, reunidos en un conjunto
documental rico en detalles económicos, políticos, financieros y sociales
concernientes al grano que permiten conocer un aspecto y un segmento de la
historia económica de Coro, comprendiéndola mejor en su articulación a la
economía nacional y mundial para perfilar cada vez con mayor complejidad lo que
fuera, a finales del pasado siglo, la región coriana.
1. Los
actores sociales y las redes comerciales
La
exploración del Fondo Senior ayuda a perfilar a los actores sociales del
comercio del café coriano en la crisis de finales del pasado siglo. Por una
parte un grupo de alta fortaleza económica: los comerciantes exportadores,
radicados en la ciudad de Coro y asociados por su origen bien a los
descendientes de la población colonial, bien a los migrantes curazoleños de
ascendencia sefardita; en segundo plano, el grupo de
comerciantes-productores-intermediarios a nivel regional, dispersos en el área
de influencia de la Casa Senior y captadores de una producción cafetalera
altamente dispersa, la cual era centralizada en Coro para su exportación. Por
último estaba el eslabón más débil de la cadena: los productores-consumidores,
en su generalidad pequeños propietarios de conucos esparcidos por Falcón y
Lara, sometidos a la dinámica de los exportadores, produciendo con tecnologías
atrasadas y supeditadas a las oscilaciones del mercado nacional y mundial.
Estos
tres grandes grupos quedaban íntimamente insertos en una red cuyos hilos
dependían de la ciudad de Coro y su enlace: Curazao. El comerciante instalado
en Coro controlaba, mediante sus intermediarios, a la pléyade de pequeños
productores ubicados en poblados como Cabure, Curimagua, Pedregal, Cieneguita,
Purureche, Mapararí, Piedra Grande, Churuguara, Parupano, Agua Viva y Sabaneta.
Coro se convertía en el centro de numerosas operaciones que ataban de manera
definitiva a toda la estructura social involucrada en el negocio del café:
depósito del grano, compra adelantada de cosechas, cobro y envío de remesas de
dinero, venta de otros productos, venta de giros, comunicación por carta y
telégrafo, sede de consulados, sede de agencia bancaria, comunicación marítima
al exterior, … A su vez, el exportador coriano extendía su red en forma sólida
y permanente hasta Curazao, desde donde era constante y rápido en el contacto
con los grandes centros captadores del grano: New York, Hamburgo y El Havre.
2. El
exportador y las grandes casas internacionales
Los más antiguos contactos de
operaciones con café de I. A. Senior remiten al año 1892, cuando la firma
Sigismundo Weil, desde Hamburgo, le fija un crédito en blanco para
transacciones con café, a la vez que le ofrece apoyo para conseguir otro
crédito en blanco con la firma francesa Busch & Ca., de El Havre,
especialista en ventas de este grano, y comienza a orientarlo sobre el mercado
hamburgués.
En el año 1895, y cuando menos
hasta finales de 1897, Weil envió reportes sobre el mercado del café en
Hamburgo. Entre la correspondencia de tipo comercial -remitida a I. A. Senior e
hijo- y la privada -remitida a Josías L. Senior-, Weil enviaba hasta 5 cartas
mensuales. En ellas, además de reportar la situación del grano, aconsejaba a
Senior sobre cómo movilizarse (AHC-FS,
Cajas 6, 17, 103). Weil fue, además, representante y comisionista de I.
A. Senior e hijo ante diversas casas europeas, donde adquiría para éste
productos manufacturados y materias primas.
Pero si en Hamburgo S. Weil representó y
salvaguardó los intereses de Senior, en los Estados Unidos la firma D. A. de
Lima & Co. (New York), razón social también de origen sefardita antillano,
fue apoyo fundamental para la firma coriana, a quien respaldó inclusive en
aspectos legales.
A partir del año 1895 se encuentran reportes enviados
cada diez días, informando sobre el mercado del café y los cueros de chivo en
New York. Su correspondencia permite
recorrer en detalle la crisis del café asociada a problemas internos de la
economía y política norteamericana y
obtener información sobre las cosechas de café de distintas partes del mundo.
Aunque sus operaciones
con Senior se centraron en la exportación de pieles de chivo, la razón social
Mecke & Co. de New York le ofreció a mediados de 1895 un crédito por 5000
pesos oro americano, interesados en café y pieles. A partir de entonces envió
informes cada diez o quince días, referidos al mercado del café y los cueros de
chivo en la plaza newyorquina; informes que se han ubicado desde julio de 1895
hasta diciembre de 1896.
Finalmente está la
relación Senior-Quesnel. Entre julio de 1895 y diciembre de 1896, cuando menos,
Albert Quesnel & Cie. envió también detallados reportes quincenales del
comportamiento del mercado del café en El Havre, incluyendo los precios del
café coriano e incluso del clasificado como Puerto Cabello trillados (AHC- FS,
Caja 5, Docs. Nº 98 a 118).
3.
Las grandes casas nacionales: Boulton & Co. (Puerto Cabello)
Para la época de la crisis del café mencionada, I. A.
Senior e hijo mantenía relaciones con H.L.
Boulton Jr. & Co. (Maracaibo), quien supervisaba sus actividades como
agente de la naviera D Roja. Por esta circunstancia, Boulton debía recibir
remesas enviadas por Senior a Puerto Cabello; pero sucedía que era frecuente la
imposibilidad de hacerlas llegar. El represamiento del dinero en Coro afectaba
los intereses de Boulton. Esta coyuntura le indujo a proponer a Senior, en
enero de 1895, hacer embarques de ensayo con café de la sierra y cueros de
chivo, remitidos a Boulton, Bliss & Dallet en New York. Ya para 1896 estaba
en marcha la exportación de café tipo Sierra, de diferentes calidades, para
Boulton, adquirido por Senior como intermediario a cambio de una comisión. Este
café se enviaba a Nueva York.
La comunicación Senior-Boulton aporta información sobre
límites de precios al grano, reportes sobre el mercado internacional y nacional
del café, instrucciones generales sobre las adquisiciones del grano, entre
otros aspectos.
4. Las
cartas de la crisis
4.1 Las casas internacionales: “¿Dónde vamos a parar por fin con esta
baja?”
Julio de 1895 es un mes clave. En su
transcurso la Casa Senior recibe los primeros indicios internacionales de la
crisis. Según la correspondencia de Quesnel, la baja se inicia ese mes cuando,
exceptuando el café brasileño Santos, otras clases de café registraron bajas de
1 a 2 francos por quintal en medio de un mercado lento, situación que Quesnel
explicó como característica de esa época del año (AHC-FS, Caja 5, Docs. Nº 98 a
118). Desde New York, los reportes de de Lima comienzan a insinuar la crisis,
al mencionar poca demanda, ventas difíciles y un mercado que calificaban de
encalmado (AHC-FS, Caja 2, Docs. Nº 241 y 239).
Enterado de la baja del café en Estados
Unidos, Weil consideraba que no habría mucha pérdida en Hamburgo; y aunque para
julio hubo una baja de precios, consideró que subirían nuevamente para
agosto-septiembre. La excepción en estos reportes iniciales es Mecke & Co.,
anunciando un mercado tranquilo y firme al tiempo que ofrecía a Senior un
crédito para operaciones con café y pieles. Quizás el deseo de captar al
cliente le hizo emitir reportes favorables al mercado (AHC-FS, Caja 4, Doc. Nº
289). Por lo que respecta al mercado de El Havre, hubo en agosto una mejoría de
precios, pero la elevación no fue apreciable para los cafés de Coro. Aunado a
esto, Quesnel informó la llegada a Europa de fuertes envíos de Brasil (AHC- FS,
Caja 5, Docs. Nº 114 a 118).
Pesimista, de Lima inició agosto advirtiendo que la
situación “dejaba mucho que desear”,
tenían café sin vender y veía amenazante un mercado deprimido y con fuertes
existencias, el resto del mes el mercado se reportó quieto y firmes los precios
(AHC-FS, Caja 2, Docs. Nº 236, 232 y 229). Por su parte, Mecke persistía en
informar sobre la tranquilidad del mercado
newyorquino, pero a inicios de septiembre la situación era tan evidente
que por vez primera mencionó “grandes entradas de cafés de Río y Santos”
con una cosecha mayor a la inicialmente estimada y poca demanda del grano en
medio de un mercado aún tranquilo (AHC-,
FS, Caja 4, Docs. Nº 283, 282, 281 y 279).
En Hamburgo, Weil seguía esperando en septiembre que el
mercado se reanimara, tenía café de Senior en depósito y quería venderlo en las
mejores condiciones. Sin embargo, la espera fue inútil, y en octubre avisaba
que el café había sido vendido a precios bajos “dada la abundancia de clases ordinarias” (AHC-FS, Caja 6, Docs. Nº
28 y 281). Esta progresiva debilidad
del mercado europeo la ratificaba Quesnel, quien anunció en septiembre la baja
del precio del Santos debido a los fuertes envíos; pero con espíritu optimista,
no creía que el movimiento a la baja se acentuara. Sin embargo, el optimismo de
Quesnel desapareció progresivamente, en la medida que septiembre y los meses
restantes de 1895 alejaron cualquier prospecto de mejora en la situación del
café. La baja se acentuaba a la par de dos elementos: anuncios de una cosecha
no sólo muy fuerte, sino también adelantada; y la estrategia de los brasileños
de hacer grandes concesiones para entrar al mercado (AHC-FS, Caja 5, Docs. Nº
108 a 113). Weil, por su parte, termina el año reportando un mercado quieto,
con precios a la baja, sobre todo en cafés ordinarios. El escepticismo asomó en
diciembre: “Al parecer la baja va a ser
duradera”. Aún así, tanto Quesnel como Weil esperaban una reanimación para
enero de 1896 (AHC-FS,
Caja 6, Docs. Nº 272 y 262. Caja 5, Docs. Nº 108 a 113).
El
mercado newyorquino siguió su declinar. Para preocupación de Senior, Mecke
informaba que mientras las clases superiores afirmaban su posición las clases
ordinarias suaves americanas -que incluía el grueso del café coriano- tenían un
competidor en los cafés de Santos. El mercado en general resultaba afectado por
los grandes arribos desde puertos brasileños, y advertía que: “… los
cafés suaves americanos tendrán una tendencia a ceder precios para lograr
ventas” (AHC-FS, Caja 4, Docs. Nº
275 y 272). La advertencia se hizo realidad en noviembre, al participar Mecke
una tendencia a la baja en las bolsas y pequeños retrocesos en las calidades
medianas e inferiores. El calmado Mecke se vio obligado, entonces, a hablar de
un “mercado flojo” (AHC-FS, Caja 4,
Docs. Nº 273, 272, 268 y 266).
El mes de diciembre fue particularmente interesante en
los Estados Unidos de Norteamérica. D. A. de Lima & Co. describió el pánico
provocado en los mercados de interés para Coro-New York debido a los problemas
limítrofes entre Venezuela e Inglaterra. Sobre un mercado que se deterioraba,
impactó en forma fulminante y negativa la crisis financiera ocasionada por las
amenazantes declaraciones del presidente norteamericano Grover Cleveland sobre
los linderos de la Guayana Esequiba, el 17 de diciembre de 1895, remarcando la
Doctrina Monroe y recordando a Inglaterra los derechos e intereses creados por
Estados Unidos de Norteamérica con respecto a América Latina, resumidos en la
frase que pretendía defender los intereses venezolanos: “… considerar como agresión voluntaria a sus
derechos e intereses la apropiación por Gran Bretaña de cualquier pedazo de
tierra o el ejercicio de jurisdicción gubernativa sobre algún territorio que,
una vez practicada la investigación, se haya determinado que pertenece a
Venezuela” (Núñez,
E., 1987: 123).
El 23
de diciembre de Lima comentaba: “El
efecto inmediato de esas declaraciones ha sido el de liquidaciones en las
Bolsas, caídas en los precios y suma estrechez en el mercado monetario en el
cual los tipos de interés subieron repentinamente de 2% al 25% y hasta el 80%”.
En sentido inverso, acciones y bonos caían; cinco casas quebraron en dos días.
Alarmado y, evidentemente, nada
interesado en los derechos legales de Venezuela o Inglaterra, pero sí en el
devenir de sus negocios, de Lima ironizó: “Estoy
seguro que se ha perdido bastante dinero para haber podido comprar todo el
terreno en cuestión y regalarlo a Venezuela. (...) La declaración del
Presidente fue poco juiciosa, especialmente en momentos cuando ya había entrado
la desconfianza aquí por razón de la posición poco favorable de las finanzas
del país. No habrá guerra, pero sí mucha desconfianza y temor en todos los
ramos del comercio, y por muchos meses” (AHC-
FS, Caja 2, Docs. Nº 201 y 200).
Y
es que, aunado a la inestabilidad mundial del grano y aspectos coyunturales
desestabilizadores, en aquellos momentos Estados Unidos de Norteamérica vivía
una situación financiera poco estable, que no ayudaba a las operaciones
comerciales. Eran recurrentes las cartas de D. A. de Lima & Co. mencionando
posibles emisiones de bonos del Gobierno, constante fluctuación en los tipos de
cambio de las letras, amenazas de guerra con Inglaterra y España. Todo ello
abatía los mercados y les obligaba a vender rápidamente sacrificando ganancias
(AHC-FS, Caja 2).
Sobre
este cuadro crítico, el café coriano sufre un descenso sustancial cuando, según
los reportes de Mecke & Co., por vez primera rompe la barrera mínima de los
16 ¢ y se ubica, a la baja, entre los 15 y 16 ¢ por bulto. A diferencia del
análisis de de Lima, Mecke no reparó en los conflictos de política exterior, y
anunciaba un mercado navideño de flojo a tranquilo, con compradores más
interesados en las clases superiores y medianas, y los cafés inferiores “sin mucha atención” (AHC-FS, Caja 4, Docs. Nº 263, 261 y
260).
El año 1896 inicia con precios bajos a nivel mundial. En
Europa, enero no trajo la mejora esperada por Quesnel y Weil. Los precios
estaban abatidos, bajo la influencia de ventajosas ofertas hechas por los
brasileños. El café tipo Santos, que fijaba el precio máximo y era punto de
referencia para cualquier otra clase de grano, tenía precios bajos, lo cual
afectaba la venta de los restantes. Al respecto Weil comentaba: “Los compradores siguen mostrándose muy
reservados, ya porque la cosecha del Brasil se presenta muy favorable y se
temen por consiguiente bajas de alguna consideración, ya por los rumores
políticos que circulan en casi todos los países europeos y que, aunque
probablemente no tomarán un carácter serio, no dejan de influir
desfavorablemente sobre todas las transacciones comerciales en general” (AHC-FS, Caja 6, Docs. Nº 253 y 255).
Para febrero la
situación había adquirido tales visos de deterioro que el consejo de Weil para
Senior fue vender el café en Coro, pues no podía dar cotizaciones
fijas. Explicaba que había fuertes existencias y se esperaba una abundante cosecha
de Brasil, lo cual le hacía temer mejoras de corta duración (AHC-FS, Caj 6,
Docs. Nº 244, 245, 243, 240, 236 y 231). Bajo la misma óptica que S. Weil,
Quesnel lo atribuía todo a los cafés de Brasil, de los cuales se esperaban
futuros arribos de 8.750.000 sacos. Y todo hacía prever que las casas de Río y
Santos harían nuevas concesiones para vender sus crecidas existencias. Las
transacciones se paralizaban por la desconfianza en el futuro inmediato, según
reportaba Quesnel (AHCFS,
Caja 5, Docs. Nº 104 y 105).
El mercado norteamericano tuvo una reacción idéntica. De
Lima anunciaba desde enero que no veía prospecto de mejora para el café y así
sucedió. Los seis primeros meses del año 1896 transcurren, en la
correspondencia de esta firma, con tendencia a la baja de precios, en medio de
un mercado que se mostraba de quieto a muy quieto. Como en Europa, la demanda
se centraba en los cafés de clases superiores y las ventas eran pocas. De Lima comentaba en junio: “Las ofertas muy liberales del Brazil han hecho
bajar los precios de ese café y no ha dejado de tener su influencia en las
transacciones de cafés suaves” (AHC-FS, Caja 2, Docs. Nº 192,
187, 183, 181, 177, 175, 171, 170, 163, 160, 159, 144 y 140).
La correspondencia de Mecke & Co., intentaba ser menos
pesimista, pero caía en contradicciones
al plasmar un mercado tranquilo en enero pero cuya “… posición
general sufre algo por las grandes existencias mundiales”, con una
situación mejorada y tendencia estable en precios para febrero; marzo con y
abril con estadísticas favorables y un mayo tranquilo, firme para las calidades
superiores, solicitadas pero escasas.
Mecke inducía a Senior a hacer envíos del grano; pero éste, quizás ante
el acelerado descenso en los precios y siguiendo los consejos de Weil,
respondió en marzo: “Sentimos no poder
hacer envío alguno de frutos, pues preferimos vender aquí mismo nuestras
existencias, dándonos así mejor resultado que exportándolo”. Y es que Mecke
no podía disminuir, aun queriendo, el impacto de la crisis, que se filtraba en
las frases de sus informes: “Café
continúa influido por grandes existencias”, “Calidades medianas e inferiores se
encuentran flojas y con tendencia a ceder”, “… se teme que la cosecha nueva del Brasil
vendrá en este año al mercado más temprano que lo acostumbrado”,
“Las calidades inferiores sólo pueden
colocarse con concesiones en sus precios” (AHC-FS, Caja 4, Docs. Nº. 258,
255, 253, 251, 249, 244, 242, 240, 238, 235, 233, 228 y 224). En el cierre
del primer semestre participó algunas ventas “… pero en general cediendo y sin vida en las clases inferiores”,
reducido el interés -como era persistente- hacia las clases superiores y el
café coriano siguiendo su marcado descenso (AHC-FS, Caja 10, Docs. Nº 483 y 480).
Como en Estados Unidos, Europa tuvo una leve mejora en
precios y demanda entre marzo y abril. La mejora del mes de marzo fue
calificada por Weil de “insignificante”,
pero esperaba una estabilización de los precios hasta julio, pese a lo cual
insistía en recomendar se vendiera el café en Coro (AHC-FS, Caja 6, Docs. Nº
244, 245, 243, 240, 231 y 236). En El Havre los cafés venezolanos, haitianos y
brasileños eran ofrecidos a precios muy bajos. En general, había compradores
reservados y almacenistas conciliadores, y Quesnel esperaba una reanudación en
firme de los negocios a partir de la tercera semana de abril, de la cual debía
resultar una mejora en los precios (AHC-FS,
Caja 5, Docs. Nº 98 a 102).
Nada de lo pronosticado sucedió. Por el contrario, la
baja se acentuó fuertemente entre mayo y septiembre. Los tenedores del grano
persistían en hacer concesiones. En julio la palabra pánico emergió de las
cartas de Quesnel: “La situación se
agrava cada día. Pánico en todos los mercados por grandes arribos de Brasil y
abstención de los consumidores. Los cafés disponibles bajan constantemente”.
Toda tentativa de alza resultaba infructuosa ante las numerosas ofertas
brasileñas. En opinión de Quesnel: “Una
mejora no se producirá salvo que la cosecha brasileña no sea muy grande” (AHC-FS, Caja 11, Docs. Nº 78 y
75). A medida
que avanzaba el año y la crisis Weil se tornaba más exigente en sus criterios
de selección. Probablemente para asegurar que las remesas fueran lo menos
ordinarias posibles y tuvieran así mayor posibilidad de una venta rápida y al
mejor precio, sugirió a Senior enviar sólo café de Barquisimeto o de la sierra,
mas no de Carora porque “siempre salen
malísimos”. Insistía en el envío de café serrano, de buena clase, azul y de
grano grande (AHC-FS, Caja 6, Docs. Nº 226 y 219).
Para
mediados del año 1896 Weil comunicaba una nueva baja en los precios debido a la
llegada de una gran cosecha brasileña, en junio el café seguía su descenso en
medio de un mercado desanimado, sin cotizaciones fijas dada la incertidumbre de
la situación. Weil describía el pánico de los vendedores en Hamburgo: “Los constantes viajeros de Caracas y Puerto
Cabello vendiendo a todo trance y a precios baratos, …”. El mes de julio
presentó una situación muy similar, con precios muy bajos. Se esperaba una mejora en el curso del mes,
cosa que no sucedió. El mercado se mantuvo flojo, los cafés ordinarios sin
posibilidades de venta. En el caso particular del café coriano, las calidades
regulares no tenían compradores y sus precios eran ruinosos (AHC-FS, Caja 6,
Docs. Nº 206, 211 y 185). Weil describía el 30 de julio un mercado: “Como desde hace años ya no lo hemos visto”;
precios en baja paulatina, compradores desanimados y sin esperanza de una
mejora en la situación; cafés ordinarios “absolutamente
invendibles”. Esto lo condujo a vender en el mes de agosto, temiendo una
baja aún mayor, particularmente por lo que se refería a las clases ordinarias,
con ventas calificadas como muy pesadas: “…
antes estos cafés servían para reemplazar
las calidades ordinarias de Brasil, cuando estas últimas estaban caras y
escasas, hoy cuando los cafés ordinarios del Brasil abundan y se venden a
precios sumamente bajos, nadie pide los de otras procedencias, a menos que se
puedan conseguir a precios más bajos aún”. El resto del año continuó el
deterioro, particularmente de los cafés ordinarios. Así, Weil reportaba que no
se encontraban buenas ofertas para el café de Coro, por lo cual recomendaba no
embarcar café malo a ningún precio, y ratificaba su exigencia que el grano
debía ser “… superior, limpio y de buen
color;…” (AHC-FS,
Caja 6, Docs. Nº 183, 177, 166 y 167).
Las
maniobras del mercado no se hicieron esperar, reportando Quesnel para octubre
de 1896 una situación mejorada, atribuida a que los brasileños hicieron correr
el rumor de que la cosecha sería pequeña por temperaturas poco favorables. El
rumor estimuló la especulación, haciendo subir el precio del Santos hasta 5 y 6
francos. Las transacciones se activaron y los precios se mantuvieron (AHC-FS,
Caja 11, Doc. Nº 74). Quizás alentado
por esta alza, Weil intentó en octubre maniobrar la desfavorable situación del
mercado hamburgués enviando muestras del café de Senior a El Havre, en busca de
una oferta aceptable, pero sin resultados. Siempre cauto, aconsejaba a la vez
vender y no guardar el grano, pues no esperaba alza de precios durante 1897 (AHC-FS, Caja 6, Docs. Nº 162,
161, 160 y 158).
Fue pasajero el efecto de la maniobra en El Havre. En
octubre aumentaron rápidamente las reservas por grandes arribos de Brasil.
Nuevamente los deseos de vender y las concesiones. Las clases ordinarias fueron
las primeras afectadas, al descender entre uno y dos francos. La posición del
grano no mejoró con el fin de año, cuando se ubican los últimos reportes
enviados por Quesnel (AHC-FS, Caja 11, Docs. Nº 72y 73). Weil notificó un
cierre anual sin cambios en el mercado, con las clases ordinarias casi sin
venta y los cafés ordinarios de Coro a
un precio de 45 y 47 francos por saco, el más bajo desde el inicio de la
crisis. El consejo personal de Weil para
su sobrino Josías Senior -cabeza de la firma- fue: “… no extender negocios en Coro, ganar bastante y retirarse
a Curazao” (AHC-FS,
Caja 6, Docs. Nº 183, 177, 167 y 166).
Retornando
al mercado norteamericano, de Lima informaba que el país vivía una crisis
monetaria, la cual se había acentuado en el segundo semestre, y estimaba que
duraría aún unos tres o cuatro meses más. Las cotizaciones bajaban en un
mercado que pasaba de quieto a flojo, reportándose sin ventas a mediados de
agosto. A partir de septiembre -y a diferencia de los mercados europeos- se
registra una mejora en el movimiento, no así en los precios, y
octubre-noviembre mostraron un mercado firme y quieto, que se aflojó durante el
último mes del año (AHC-FS, Caja 2, Docs. Nº 121, 120 y 119. Caja SN (II),
Docs. Nº 149, 145, 143, 138, 134, 125 y 122).
Registrando
la misma dinámica, los últimos informes de Mecke & Co. pueden dividirse en
dos lapsos: el primero con mercado en retroceso continuo, demanda escasa y
clases inferiores poco deseadas por los compradores. Una corta mejoría a la que
siguió un retroceso por el aumento en las existencias mundiales, con más
demanda que oferta en las clases superiores. A partir de septiembre, un mercado
que mejora y se estabiliza en octubre, con buena demanda y precios firmes para
las mejores calidades de los cafés suaves americanos, pero el café de Coro
seguía su descenso. Noviembre a la expectativa por las elecciones
presidenciales y un mercado que cierra tranquilo en diciembre (AHC-FS, Caja 10, Docs. Nº 479,
477, 476, 472, 470, 469, 468, 467, 466, 464, 462, 459, 456 y 451).
Desde Europa, y pese a todo, Weil esperaba el cese de la
desanimación con el nuevo año, pero los precios continuaron estancados en 1897.
Febrero no trajo mejores noticias: “El
mercado para café de Coro clase ordinaria sólo se vende con sacrificios, hace
tres meses tengo 500 sacos de Coro y al fin tengo que resolverme a vender a
precios más que baratos, pero qué hacer, ni con el tiempo hay la menor
esperanza de obtener razonable precio”; y volvía a aconsejar
en marzo: “… no embarcar café
por barato que sea, el resultado debe ser más que malo”. Él se disponía a:
“… sacrificar 500 sacos para salir de ellos pues hay una pérdida enorme” (AHC-FS,
Caja 6, Docs. Nº 110 y 102). La aprehensión de Weil seguramente tenía su
asidero en el predominio de las clases ordinarias entre los cafés de la región
coriana, que no levantaban cabeza en forma alguna. En junio insistió: “... los ordinarios no encuentran compradores ni
a precios baratísimos, y: Café sigue de mal a peor, grandes entradas
constantemente, los finos muy superiores encuentran compradores, ordinarios de
Coro a Caracas, de donde fuera, son invendibles” (AHC-FS, Caja 17, Docs. Nº 520 y
518).
La angustia por aquel descenso interminable adquirió
ribetes explosivos en las cartas de mediados de 1897: “Café sigue lo mismo, mal! mal!, ¿Dónde vamos a parar por fin con esta
baja?”. El desánimo se apoderaba a
veces de las cartas: “… y uno queda
triste pensando en el porvenir de los negocios, siendo el café la fuente de los
negocios” (AHC-FS, Caja 17, Docs. Nº 537, 526 y 515). En julio el mercado del
café hamburgués estaba paralizado. Los ordinarios de Coro alcanzaron para
entonces precios mínimos de 28 y máximo de 36 francos, cuando en abril de 1896
se cotizaban a 64 francos. Como un eco,
Weil repetía en julio de 1897 su frase de octubre de 1896: “… creo muy difícil que en este año o el otro habrá subida”. El
segundo semestre de 1897 mostró un mercado flojo, sin variaciones y con precios
a la baja, haciendo a Weil escribir en octubre, casi como una orden, esta
recomendación: “... recibir en pago lo
que entreguen, y venderlo ya, si es posible el mismo día, pero no embarcar a
ninguna parte” (AHC-FS, Caja 17, Docs. Nº 509 y 482). Sus últimos informes ubicados, fechados septiembre y octubre de
1897, hablan de un mercado muy flojo,
con precios en descenso constante.
En los Estados Unidos de Norteamérica, la tendencia a
aflojarse -ya reportada en el mes de diciembre por de Lima- continuó en enero y
febrero de 1897. Según de Lima, los compradores sólo adquirían “… lo estrictamente indispensable para
llenar sus necesidades inmediatas”. El primer semestre fue desanimado, y
esa dinámica se conservó prácticamente durante todo el año. Por su parte, Senior
describía a sus relacionados en Nueva York el panorama mercantil como “desastroso”, con transacciones reducidas
y gran baja del café. Los informes de de Lima para el segundo semestre
perdieron expresividad y detalles. Son ahora como letanías, frases cortas,
contundentes, y tan abatidas como el mercado mismo: julio “Café sigue flojo”, agosto “Café
muy flojo, sin variación alguna”,
septiembre “Café sigue muy flojo”,
octubre “muy quieto”, noviembre “sigue desanimado”, diciembre “en
el mismo estado” (AHC-FS:
Caja SN (II), Doc. Nº 122 y 28. Caja 22, Docs. Nº 22, 153, 143, 22, 16 y 3).
1898
cierra el ciclo de estos reportes de casas internacionales. Se han ubicado sólo
seis informes, provenientes de D. A. de Lima & Co, sin registrar
variaciones importantes con respecto al año anterior. Enero, febrero, mayo y
junio son calificados como “encalmados”,
un marzo “desanimado” y un abril “un tanto firme pero quieto” (AHC-FS,
Caja 22, Docs. Nº 122, 119, 108, 95, 82 y 74).
4.2 El breve negocio con café coriano de Boulton & Co.
En
abril de 1896 se inician las operaciones de exportación de café de Boulton
& Co. (Puerto Cabello) desde la región coriana. Poco tiempo llevaba el
negocio cuando se iniciaron los problemas. Eran pocas las órdenes llegadas del
exterior, los exportadores no compraban y el mercado se mostraba “sumamente flojo”. Esto causó la
contracción del mercado local, con baja en los precios. Al estar
particularmente afectadas las clases inferiores del grano, Boulton esperaba las
cotizaciones internacionales antes de ordenar a Senior nuevas compras; pero
igualmente Senior se abstenía de hacerlo, ya que los precios de Boulton estaban
por debajo de los de la plaza. Ante las desalentadoras noticias sobre el grano,
Boulton insistió terminando abril: había que comprar más barato (AHC-FS, Caja
2, Docs. Nº 61, 53, 52, 48 y 41).
Arrastrado por la crisis mundial, Boulton comentaba en
mayo cómo se acentuaba la baja en los mercados consumidores, y reducía
constantemente sus precios de compra, aconsejando a Senior prudencia una y otra
vez. Los arribos fuertes del grano brasileño obligaron a un nuevo descenso a
finales de mayo, pero con algo de confianza, esperaban que los tenedores de
café se conformaran gradualmente a las nuevas circunstancias (AHC-FS, Caja 2, Docs.
Nº 30, 29, 15, 5 y 4).
Luego de sucesivos descensos en los precios,
ordenó a Senior en julio de 1896 suspender las compras de café en Coro: “dada la situación crítica de los mercados
del exterior”.
A finales de
julio Boulton reseñó: “La tendencia en
los mercados consumidores está floja y a la baja desde hace dos meses. Las
calidades defectuosas no tienen salida”.
El deterioro de los precios y la
situación crítica de los mercados del exterior indujeron a Boulton a suspender
las compras de café en Coro, pidiendo a Senior remitir el saldo de la cuenta a
ellos o a Boulton, Bliss & Dallet de New York (AHC-FS, Caja 2, Docs. Nº
368, 369, 367 y 361). La decisión se ratificó el 11 de agosto, cuando se aprobó
una venta de café a Curazao y se autorizó a Senior a vender el resto del café
en depósito “como mejor parezca” (AHC-FS,
Caja 2, Docs. Nº 356 y 353).
A partir del mismo mes, Boulton & Co. orientó su
interés a la exportación de pieles de chivo, utilizando las mismas rutas, el
mismo destino final y la misma región como área de compras. I. A. Senior e hijo
continuó como su agente intermediario. A finales de agosto, Boulton autorizó a Senior a hacer un ensayo con
compras de cueros de chivo, fijó precio límite y enfatizó sobre la calidad de
las pieles, al tiempo que ratificó la suspensión de las compras de café (AHC-
FS, Caja 2, Doc. Nº 346).
4.3 El productor: “Lo he perdido todo menos el honor”
Exactamente al año de iniciarse la crisis, comienzan los
primeros síntomas de malestar entre los productores. A la crisis ya expuesta se
le sumó en la región coriana un estado climatológico adverso a mediados de
1896. Lo reportes de lluvias, con caminos intransitables y pérdidas de frutos,
se ubican en un extenso radio, que incluye por el norte la península de
Paraguaná, llegando hasta Curazao, y por el Sur hasta Carora (AHC-FS, Cajas 3,
4, 5).
Desde el primer semestre de 1896, los suplidores de café
dan síntomas de agotamiento. En la correspondencia se alegan dificultades para
pagar deudas y recoger café. Los intermediarios, a la espera de un grano que no llegaba, bien por haberse
perdido la cosecha o por no poderse recolectar o procesar debido al mal tiempo,
se resienten ante Senior. “Todo les ha
sido adverso este año a los cafeticultores”, escribía John Kock -productor
intermediario- desde Churuguara en mayo de 1896, y esperaba que sus deudores le
pagaran para poder cumplir con Senior. “…
intensas lluvias han impedido pilar café para enviarlo y abonar a su cuenta”,
participaba Ramón A. Rivero en abril, desde Piedra Grande. Era el preludio de
la masiva correspondencia que comenzaría a llegar bajo los mismos términos
(AHC-FS, Caja 3, Docs. Nº 363 y 365. Caja 5, Doc. Nº 164). “Es mucho el trabajo y la pérdida que ocasiona este grano”, comentaba
el mismo Rivero en julio de 1896 (AHC-FS, Caja 11, Doc. Nº 231).
Si el café estaba afectado por una crisis mundial, los
otros productos que permitían al productor-intermediario maniobrar sus
circunstancias económicas también se vieron afectados. Los cueros de chivo –reportados en el mercado
norteamericano con una situación inestable en 1896- (AHC-FS, Caja 4, Doc. Nº
246); el dividive, que sufrió durante 1896 bajas reportadas por Weil, en medio
de un mercado saturado de calidades inferiores y con fuerte competencia por
arribos de Curazao y México (AHC-FS, Caja 6, Doc. Nº 110); y el maíz, producto
de venta local hasta donde se ha documentado, también sufrió una baja súbita en
1896, con afectación de los pequeños productores que, utilizando el mismo
sistema del café, comprometían su producto con Senior (AHC-FS, Caja 4, Doc. Nº
33. Caja 5, Docs. Nº 59, 120 y 121. Caja 6, Doc. Nº 76). El desgaste prosiguió
durante 1897. Los relacionados de Senior reportaban depresión en los negocios,
baja de precios en frutos menores y café, cueros casi agotados, y la reducción
de operaciones mercantiles.
A los
problemas climatológicos y del mercado se aunó el clima político interno,
inestable y distorsionador de la dinámica comercial. Los conflictos políticos
desatados en 1898 generaron una gruesa
correspondencia llegada de todos los puntos influenciados por Senior, suscrita
por productores exhaustos. En 1899 la
Revolución libertadora vino a complicar aún más las cosas. Nuevas insolvencias,
nuevos ofrecimientos de pagos con propiedades, solicitudes de ampliación de
plazos, condonación de deudas… José F. Perera, desde Siquisique, atribuía
su insolvencia “... a la baja ruinosa del café, a la mala
situación de los negocios y sobre todo a lo mal correspondido que he sido de
mis numerosos deudores de Parupano” (AHC-FS, Caja 32, Doc. Nº 15). Desde el mismo lugar, Anselmo Alcalá
Núñez se excusaba: “… por
lo pronto no podré darles nada en el primer plazo” (AHC-FS, Caja SN (IX),
Doc. Nº 215). El mismo Alcalá Núñez escribiría un año después: “Todo lo he perdido menos el honor”, al
tiempo que explicaba que la baja del café y las revueltas políticas le habían
arrebatado todo. Él mismo proponía: “...
no puedo pagar sino con las
haciendas, y así esas hipotecadas a Uds. están a su disposición” (AHC-FS,
Caja 36, Docs. Nº 2 y 3. Caja 7, Docs. Nº 1, 5 y 12).
El agro
coriano empobreció, sus productores se endeudaron, los niveles de producción y
de reinversión se afectaron
negativamente y se consolidaron los aspectos regresivos de esta área:
sujeción al gran exportador local, atraso tecnológico y poca diversificación
productiva.
4.4 I. A. Senior e hijo: “No nos agrada la situación del grano y su
indeciso porvenir”
Senior inicia varios movimientos tendentes a proteger
sus operaciones comerciales y salvaguardar su proceso de acumulación de
capital. Movimientos rápidos y precisos que comienzan en el año 1895.
La Casa Senior contrajo la expansión de sus créditos,
mostrándose muy selectiva para aceptarlos. Evadía la apertura de nuevas relaciones
comerciales, conservando sólo aquéllas
ya conocidas por él, de su total confianza. En 1900, llegó al punto de hacer reducción de
sueldo a sus empleados (AHC-FS, Caja 30, Doc. Nº 56). Al avanzar la crisis y decaer las operaciones
con café, Senior estimuló la exportación de cueros de chivo, bien como
comisionista o exportador directo.
Probablemente
siguiendo los consejos de David A. Senior, familiar residente en Curazao y una
especie de consejero comercial que no se cansaba de repetir en su abundante correspondencia: “recojan el dinero que hay en la calle”, la Casa Senior procedió,
en 1896, a enviar a Alberto Henríquez, cuñado de Josías y asociado a éste en la
firma Senior Hermanos -con intereses en el ramo industrial- a un extenso
periplo que lo llevó por toda la región, buscando recoger parte del dinero
adeudado e informar sobre el estado general de los clientes y de las zonas que
iba recorriendo.
La tendencia en Senior fue diversificar aún
más sus intereses. En 1896, a través de su sucursal Senior Hermanos, se
moviliza para montar una pequeña fábrica de zapatos –ya producía suela y en
1893 había adquirido un pequeño complejo industrial propiedad de otro
empresario sefardita: Manasés Capriles Ricardo-. En octubre de 1897 participó
su asociación bajo la razón social Senior y Brigé, con asiento en La Vela de
Coro. La firma se dedicaría al ramo de comisiones y consignaciones en general
(AHC-FS, Caja SN (I), Doc. Nº 7).
Interviene como socio capitalista en la Sociedad de Economías y
Préstamos, creada en 1896 con un capital inicial de 225.000 Bs. Y fuerte
participación de comerciantes curazoleños como accionistas; siendo su primer
presidente y repitiendo para un segundo período Josías L. Senior (AHC-FS, Caja
SN (II), Doc. Nº 29).
Finalmente,
la firma recibió el apoyo de proveedores, que la apoyaron en diversas formas:
precios atractivos y ofertas, facilidades para créditos y giros, etc.; todo
ello tendente a auxiliarla en tiempos
difíciles (AHCFS, Caja 30, Doc. Nº 269. Caja 30, Doc. Nº 150).
Conclusiones
El abordaje de la crisis del café en
el caso Senior-región coriana, permite descartar postulados apriorísticos
engarzados en la historiografía sobre Falcón y su relación con Curazao.
Contrabando, aislamiento, pobreza de ricos y pobres, ausencia de un comercio
formal estable, entre otros, son elementos con cuotas de verdad que han sufrido
distorsiones propias de la historia oficial.
El comportamiento de I. A. Senior e
hijo permite advertir una región económica claramente perfilada, con diversificación
de inversiones, sometimiento del mercado al comercio formal, férreo control del
área de influencia y una estricta administración que permitieron a la razón
social I. A. Senior e hijo proseguir su ritmo de acumulación por encima de las
diversas coyunturas de la crisis del café.
A diferencia de la zona andina,
donde puede afirmarse que la economía del café logró la incorporación de la
región al mercado mundial (Ardao A., 1984: 251); la región coriana logró una
incorporación múltiple, soportada en productos de diversos nichos ecológicos
que fueron dominados por los comerciantes residentes en Coro, como el caso que
ocupa a este trabajo. Incorporación que tiene las sempiternas características
de favorecer a un muy pequeño grupo.
Una producción y comercialización
variada permitió a una región ecológicamente rica darse un soporte económico
que le hizo posible enfrentar los avatares de los mercados mundiales y sus
mismas circunstancias internas.
La crisis del café no alteró la
correlación de fuerzas económicas ni sociales en la región coriana. Sí
profundizó las diferencias entre los grupos implicados en el circuito comercial
y productivo: como tendencia, los productores e intermediarios incrementaron su
debilidad y lo compradores-exportadores salieron indemnes de la crisis. A lo
largo de cinco años la Casa Senior penetró el sector financiero con éxito, sus
miembros arraigaron en la sociedad coriana, adquirieron propiedades de antiguas
familias y participaron en diversas instituciones y actividades de la vida
cultural y social del momento; afrontaron el peor momento por venir –el bloqueo
de comienzos de siglo- tomando previsiones de importancia, como la fusión de
capitales que se gestó en 1900.
Esa capacidad para maniobrar y
prever le permitió a esta razón social extenderse décadas después al estado
Lara, en la medida que Barquisimeto se
reveló más activa económicamente, y conservarse activa en Coro hasta la década
de 1960. Hoy, sus descendientes se ubican aún en posiciones de decisiva
importancia para la marcha económica de la región.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
ADRIANI,
A. (1987). Labor Venezolanista. Caracas, Fondo de Inversiones de
Venezuela.
AIZENBERG,
I. (1983). La Comunidad Judía de Coro (1824-1900). Caracas, Biblioteca
de Temas y Autores Falconianos.
ARDAO,
A. (1984). El Café y las Ciudades en los Andes Venezolanos (1870-1930).
Caracas, Academia Nacional de la Historia.
CARTAY,
R. (1988). Historia Económica de Venezuela. Caracas, Vadell Hermanos.
CARVALLO,
G., HERNÁNDEZ, J. (1984). Temas de la Venezuela Agroexportadora.
Caracas, Fondo Editorial Tropykos.
D´ASCOLI,
C. (1980). Del Mito del Dorado a la Economía del Café. Caracas, Monte
Ávila.
DE LIMA, B. (1996). The Coro and La Vela
Railroad and Improvement Company (1897-1938). Coro, UNEFM.
NÚÑEZ,
E. B. (1987). Tres Momentos en la Controversia de Límites de Guayana.
Caracas, Monte Ávila.
VELÁSQUEZ,
R. J. (1991). «La política» en Elías Pino Iturrieta (compilador), Cipriano
Castro y su Época. Caracas, Monte Ávila.
VELOZ,
R. (1945). Economía y Finanzas desde 1830 hasta 1944. Caracas, s/d.
FUENTES DOCUMENTALES
Archivo
Histórico de Coro-Fondo Senior. Cajas Nº 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 17, 22, 30,
32, 33, 36, 103, SN (I), SN (II), SN (IX).
2 comentarios:
Hola. me llamo raquel Nuchi y me gustarìa cintactarla, me refiero a Blanca de Lima, pues querìa acceder al material sobre las mujeres de la comunidad sefardita, el tema del amor,e tc.
Por favor, le ofrezco un correo y le agradecerìa muc´hìsimo que me pueda contactar...
Necesito contactar a la Dra. Blanca de Lima, mi correo es
msnuchi@hotmail.com
Publicar un comentario